Arabia Saudita ha puesto fin a la prohibición de conducir a las mujeres. Una reivindicación que ha llevado a numerosas activistas a estar arrestadas. Tan pronto como se hubo levantado el veto, las mujeres empezaron a recorrer al volante las avenidas de la capital, Riad, y de otras ciudades.
A pesar de los progresos, las mujeres saudíes siguen enfrentándose a una gran discriminación. No las permiten trabajar, practicar deporte, estudiar, someterse a una intervención quirúrgica, casarse, alquilar un apartamento, matricular a sus hijos e hijas en un colegio, abrir una cuenta bancaria, deambular por la calle o viajar sin el permiso de un tutor varón (mahram), ya sea progenitor, cónyuge, hermano o incluso vástago.
Por lo que estamos hablando de un pequeño paso para ellas, sin embargo todos los grandes cambios comienzan dando pequeños pasos hacia un fin justo: acabar con la discriminación de las mujeres.
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