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De todos los factores que pueden incidir en el hecho de que un ser humano sea pobre, ninguno influye tanto como el género. Las mujeres son las que sufren una mayor desigualdad y un grado de pobreza mayor.
Los factores que provocan esta realidad son muchos: el menor acceso de las niñas a la educación, los estereotipos que suponen una desventaja para estudiar determinadas carreras o acceder a trabajos más cualificados, la doble jornada que asumen al compaginar el trabajo doméstico y su vida laboral, la brecha salarial, el techo de cristal que las impide ascender en su carrera profesional...
Si a esto unimos ser familia momoparental, el riesgo de pobreza es aún mayor. El informe del Estado de la Pobreza EAPN, elaborado por “Save the children, muestra que el 65% de estas mujeres encuentra dificultades para llegar a fin de mes y tres de cada cuatro madres solas ha tenido que reducir gastos fijos de la casa.
En los siguientes artículos puedes acceder a la información completa:
http://www.equiposytalento.com/noticias/2017/10/19/el-33-de-las-mujeres-al-frente-de-una-familia-monoparental-estan-desempeladas
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