jueves, 23 de marzo de 2023

Artículo de opinión


"En pleno barullo sobre si el 8 de marzo debe ser festivo o no, un resfriado bastante pesado me lleva a la página de cita previa de Osakidetza. Veo que Marta, Belén y Ester, son mi médica de familia, mi enfermera y mi matrona.  Tres profesionales. Tres mujeres. Sin embargo, el Organismo Autónomo dedicado a la salud , en su web,  mantiene y alimenta en  el imaginario colectivo, patrones  inundados de patriarcado, ese,  contra el que tanto empezaron a pelear ya, otras y algún otro, incluso antes de que desapareciera el Antiguo Régimen, esto es, antes de la Revolución Francesa, lo aclaro porque no quiero que haya errores con las denominaciones.

Osakidetza,  más de 200 años después de que Mary Wollstonecraft empezara a poner las bases del feminismo y de la igualdad entre hombres y mujeres, supongo que por despiste, por falta de atención, sigue insistiendo en la  idea de  que la medicina, como aquel brandy que se anunciaba en TV en los 70, es cosa de hombres; teniendo en cuenta que no se atiende a lo que no se conoce, o a lo que no se considera ni tan siquiera existente, así,  a Marta la titula médico; a la enfermera Belén, le permite cierto grado de identidad detrás de una "/a", que va a la zaga de los compañeros (enfermero/a), y sí, a la matrona le coloca todas las letras seguidas, sin ninguna barra ... , hundiendo más las raíces del patriarcado mediante dos rizomas: uno que se enrosca, y se enroca,  en la etimología de la palabra y que con ello, martillea en la costumbre sin posibilidad de cambio - es necesario recordada  una frase célebre, cuya autoría no está del todo clara, pero que es muy iluminadora; locura es esperar resultados diferentes, haciendo lo mismo-   y dos, deja fuera, esta vez, a aquellos profesionales, aquellos, digo bien, que son matrones, que como las médicas, existen y tienen,  su nombre común recogido en la RAE. La desigualdad, el patriarcado, aboga por la separación, la crispación, y la carencia; nos limita y nos impide, a hombres y mujeres,  ser personas completas, nos ha colocado un género expectante y espectador, y una expectativa, y ahí estamos danzando con lo que hay, buscando no pisar nuestros propios pies.

Querido Organismo Autónomo Osakidetza; revise su visión, consulte con su especialista en perspectiva de género y mire con visión limpia, libre de tóxicos, no hace falta que se ponga gafas moradas un festivo 8 de marzo y hable con propiedad, con espíritu de cambio y con equilibrio:  a la médica no le diga médico, ni al matrón, matrona."

Lourdes Lorente

Coordinadora SAV


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