#callejeroconnombredemujer
Miembro de una generación marcada por las carencias. Una difícil etapa social que trascurría paralela al crecimiento espectacular de las empresas del hierro y los astilleros.
Felipa de Zuricalday (1849- 1902) era una bilbaina educada en los cánones de su tiempo. Tal y como las tradicionales reglas de familia establecían, se casó a los 20 años con Federico de Echevarría y Rotaeche, fundador de la conocida empresa siderometalúrgica. Le llevaba nueve años, y con él tuvo diez hijos.
Su apellido da nombre a una plaza situada en Santutxu, en las zona donde se construyeron las viviendas para los obreros y empleados de la empresa.
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